Se le puso este nombre porque se relacionó con el reducido espacio entre los asientos en la clase turista en los aviones, ya que eran sus ocupantes los que sufrían frecuentes problemas circulatorios. El espacio reducido impide el movimiento de las piernas, lo que provoca un enlentecimiento de la circulación venosa, con las consecuencias que esto provoca.

Síndrome-de-la-clase-turista

Consiste en la aparición de síntomas derivados de sufrir una trombosis venosa profunda, que habitualmente aparece en los miembros inferiores.

Mas adelante se ha demostrado, que el espacio reducido no es el único culpable. También influyen en su aparición la inmovilización prolongada, la deshidratación y algunos factores predisponentes.

Las personas con mas riesgo de padecer este síndrome son:

Es recomendable que, si perteneces a alguno de estos grupo de riesgo, tu asiento esté situado al lado del pasillo, lo que te permite mantener las piernas mas estiradas.

Existen también ciertas medidas preventivas que evitan en muchos casos la aparición de los síntomas. Tenlas en cuenta y practícalas en tus vuelos, sobre todo si son de mas de 6 horas de duración, y por supuesto, si perteneces a alguno de los grupos de riesgo mencionados.

La trombosis venosa se produce al coagularse la sangre dentro de la vena, dando lugar a la aparición de trombos. Los síntomas pueden manifestarse durante el vuelo, al aterrizar o días después. Y lo hacen en forma de hinchazón, dolor, enrojecimiento y hormigueo en las extremidades.

Uno de los grandes riesgos de la trombosis venosa es la embolia pulmonar, que ocurre cuando un  trombo se desprende y se desplaza al pulmón. En estos casos aparecerán síntomas como sensación de ahogo y dolor en el costado, que se acentúa con la respiración.

Te recomendamos que si esto ocurre, acudas al médico para que te prescriba la medicación adecuada.