En Clínica Bailío, ofrecemos un servicio de presoterapia a los clientes que deseen beneficiarse de un tratamiento que estimula la circulación sanguínea, lo que puede reducir los edemas y la hinchazón y aliviar la pesadez de piernas.
La presoterapia consiste en el uso de calentadores de piernas que comprimen y descomprimen lentamente las extremidades inferiores en movimientos alternos. La compresión provoca una forma de bombeo en los canales linfáticos y venosos, permitiendo que los residuos metabólicos y el exceso de líquido entren en los vasos y sean finalmente eliminados por los riñones. Este proceso activa la circulación linfática, estimula el sistema inmunitario y proporciona una sensación de relajación y bienestar.
En lugar de ser aplicada por las manos de un médico o fisioterapeuta, esta presión es aplicada por máquinas en forma de grandes botas, manguitos para los brazos o fajas abdominales colocadas sobre el cuerpo del paciente. El paciente debe permanecer en posición supina durante toda la terapia.
Estos aparatos, conectados a un compresor de aire, están equipados con varias ruedas neumáticas. Una vez activados, estos neumáticos se inflan para aplicar distintos grados de presión a la extremidad del paciente. La presión puede ser regular o secuencial, en función de la afección tratada.
Una sesión de presoterapia dura entre 25-30 minutos y puede prescribirla un médico de cabecera o un fisioterapeuta.
La presoterapia estimula la circulación sanguínea y elimina las toxinas del organismo. Ayuda a aumentar la eliminación de residuos y a mejorar la circulación venosa, eliminando edemas e hinchazones. Es una solución eficaz para combatir la pesadez de piernas. Desde el punto de vista estético, la presoterapia activa las zonas donde se ha acumulado celulitis.
Sensación de piernas pesadas o entumecidas (sobre todo hormigueo). Esta desagradable sensación suele estar relacionada con una mala circulación sanguínea, que puede corregirse con sesiones de presoterapia.
Retención de líquidos en las extremidades. La presoterapia ayuda al organismo a eliminar las toxinas y el exceso de líquido.
Dolores musculares, sobre todo en deportistas. La presoterapia se utiliza para aliviar los dolores y lesiones musculares tras una sesión de entrenamiento.
Hacer desaparecer la celulitis y la «piel de naranja». La presoterapia permite combatir este aspecto de la piel y afinar la silueta del paciente. Puede utilizarse como parte de una cura de adelgazamiento.
Los clientes notan resultados visibles desde la primera sesión. Lo ideal es contratar entre 5 y 15 sesiones para lograr resultados óptimos y se recomienda una sesión de mantenimiento cada 2 semanas.
La presoterapia tiene muchas ventajas y ningún inconveniente (aparte de la necesidad de orinar en el caso de las sesiones destinadas a eliminar la retención de líquidos). Los beneficios de esta terapia se notan al cabo de pocas sesiones.
A largo plazo, las sesiones ayudan a mejorar la circulación venosa y linfática. En general, la presoterapia alivia los problemas relacionados con la circulación sanguínea en el organismo. Este tratamiento puede aliviar edemas, hormigueos, dolores musculares y varices, pero también puede prevenir su aparición.
En general, la presoterapia, gracias a su poder drenante, favorece la eliminación de toxinas del organismo del paciente, sobre todo en el caso de los deportistas. La presoterapia también permite bombear «sangre fresca» en los músculos cansados, lo que ayuda a regenerarlos.
Por último, como la sesión de presoterapia no requiere ningún esfuerzo por parte del paciente, éste puede aprovecharla para descansar (efecto relajante) o hacer otra cosa (como leer un libro).
La presoterapia puede ser prescrita por un fisioterapeuta durante una consulta médica. A continuación, el fisioterapeuta determinará las zonas que deben tratarse y el número de sesiones de presoterapia que deben prescribirse.
Durante la sesión, el paciente se tumba cómodamente boca arriba con las piernas ligeramente elevadas. A continuación, el fisioterapeuta coloca al paciente el equipo de presoterapia en las zonas del cuerpo que deben tratarse. A continuación, el profesional armoniza el ritmo de presión de las máquinas.
A partir de este momento, el paciente ya no tiene nada que hacer: el equipo hace su trabajo y aplica automáticamente la presión en las extremidades del paciente. La sesión dura entre 25 y 30 minutos (algunas sesiones pueden durar hasta una hora, dependiendo de las zonas donde se aplique). Una vez transcurrido este tiempo, procedemos a retirar el equipo.
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