La epicondilitis, también conocida como “codo de tenista”, es una lesión muy frecuente que aparece por sobrecarga de los tendones extensores del antebrazo. No es necesario practicar deporte para sufrirla: aparece en personas que trabajan con ordenador, realizan agarres repetitivos, usan herramientas o levantan peso.
Este tendón se inflama cuando se repiten movimientos de extensión de muñeca o agarre, lo que provoca dolor en la parte externa del codo que puede irradiar hacia el antebrazo y la muñeca.
En Clínica Bailío valoramos si el origen es puramente tendinoso o si existe tensión en músculos del antebrazo, falta de movilidad del codo o una alteración en la mecánica del brazo que favorece la lesión.
Las causas más comunes que encontramos son:
Hay síntomas que requieren atención específica:
En estos casos puede existir tendinopatía avanzada o tensión muscular profunda que requiere tratamiento específico.
Actuamos sobre la causa real de la lesión, no solo sobre el dolor:
Nuestro objetivo es reducir el dolor, recuperar la función del brazo y evitar recaídas.
Generalmente no. Sin tratamiento suele volverse crónica y dificultar tareas diarias.
Porque los tendones extensores están inflamados y no soportan bien la carga.
Sí, acelera la reparación del tendón, reduce dolor y mejora la recuperación.
No siempre. En muchos casos es mejor combinar reposo activo, tratamiento y ejercicio.