La artrosis es una patología degenerativa de los huesos que empieza desgastando las articulaciones y termina afectando también a los ligamentos, los tendones, etc. Quienes la padecen sufren dolores frecuentes y pierden movilidad progresivamente, hasta el punto de verse muy limitados en el día a día. No vamos a engañar a nadie diciendo que hay una cura definitiva para la artrosis, pero sí podemos afirmar sin miedo al error que un buen tratamiento de fisioterapia ayuda a paliar los síntomas y a sobrellevarla mucho mejor. Para ello, es importantísimo conocer a fondo la enfermedad y las particularidades de cada paciente.
CAUSAS
Hay múltiples factores que propician la artrosis. Algunos de ellos, como la genética o el sexo (las mujeres tienen mayor predisposición) son inherentes, pero otros sí se pueden prevenir. Hablamos del sedentarismo, la obesidad, una mala alimentación o la falta de tono en la musculatura, factores todos ellos relacionados entre sí.
La edad también es un agravante, aunque no una razón en sí misma, ya que algunas personas jóvenes sufren artrosis por un esfuerzo físico elevado y continuado (muy común entre los que se ‘machacan’ en el gimnasio). Otras causas que favorecen la aparición de la artrosis son los traumatismos (accidentes, caídas…) y los malos hábitos posturales (casi siempre por motivos laborales).
SÍNTOMAS
Lo primero que nota una persona con artrosis es un pérdida de flexibilidad en la articulación. En otras palabras, ya no es capaz de doblarla como antes, al menos, no sin dolor, que es otro de los síntomas más importantes. De igual modo, el avance de la artrosis hace que las articulaciones se vayan desgastando hasta el punto de que pueden liberarse pequeños fragmentos óseos, provocando inflamación, sensación de rigidez y chasquidos.
¿ARTRITIS O ARTROSIS?
Hay gente que confunde la artritis con la artrosis como si fuesen sinónimos, pero no es el caso. La artritis es la inflamación de una articulación por cualquier motivo y puede ser temporal, mientras que la artrosis implica una degradación de la zona difícilmente reversible, aunque se puede tratar y frenar. En ocasiones una artritis anticipa una artrosis.
TRATAMIENTOS
Si bien en situaciones graves se recomienda la intervención quirúrgica, el tratamiento más indicado para la mayoría de las artritis es la fisioterapia. Y es que está clínicamente probado que una terapia física bien coordinada por un fisioterapeuta es la mejor manera de aliviar los síntomas y contener el avance de la enfermedad. En este artículo no profundizaremos en las distintas terapias que existen porque cada paciente es único y necesita un tratamiento personalizado, de ahí que recomendemos a todos aquellos que sufren este problema que visiten nuestra clínica para un estudio completo.