El calor ha llegado y amenaza con quedarse entre nosotros durante un buen tiempo. No es de extrañar, por tanto, que muchos runners aparquen sus rutas habituales durante las vacaciones y busquen el frescor de las playas para seguir haciendo lo que más les gusta: correr. Pero llegados a este punto, cabe hacerse una pregunta: ¿es bueno correr en la playa? La respuesta es sí, pero con matices.
Particularidades
Lo primero que hay que tener claro es que correr en la playa supone un mayor esfuerzo físico que hacerlo en la calle debido a las particularidades del terreno. La orilla, al estar inclinada, provoca que una pierna se cargue más que la otra y aumenta las posibilidades de sufrir un esguince, de ahí que debamos buscar una superficie lo más llana posible. Ésta suele estar cerca del agua pero sin hundir el pie en ella, buscando el contacto con una arena no excesivamente dura ni excesivamente blanda. Todos estos detalles nos hacen ver que correr en la playa conlleva un periodo de aclimatación.
El calzado
Andar descalzo por la orilla es muy beneficioso, pero correr es otra cosa. De hecho, es recomendable usar un calzado adecuado cuando decidamos practicar running en la playa, sobre todo si el tiempo de carrera es prolongado. Así evitaremos posibles cortes y algún que otro esguince. ¿Se puede correr descalzo? Sí, pero tomando más precauciones. Es decir, conociendo el terreno a fondo, controlando la pisada y llevando una zancada regular, algo a lo que sólo están acostumbrados los corredores profesionales o semiprofesionales.
El sol
Por la proximidad del agua, correr en la playa puede parecer menos sofocante que hacerlo en cualquier otro sitio, pero esto no es del todo cierto. No en vano, la incidencia del sol es mayor en la playa, donde los espacios con sombra brillan por su ausencia. Precisamente esta mayor exposición solar nos obliga a protegernos con crema, gafas y algún tipo de visera, sin olvidar la importancia de estar bien hidratados en todo momento. Aun con todo eso, es totalmente desaconsejable correr en la playa en las horas centrales del día.
Beneficios
Como hemos visto, correr en la playa requiere un esfuerzo físico mayor que hacerlo sobre otra superficie más firme. Esto implica más riesgos, sí, pero también mayores beneficios, ya que en este terreno obtendremos mejores resultados a nivel de fuerza, potencia muscular y estabilidad. No es, por tanto, el lugar más apropiado para principiantes. En cualquier caso, si vamos a entrenarnos periódicamente en la playa, lo ideal es que la carga vaya en aumento progresivamente y que un profesional de la materia supervise nuestros avances.