El dolor de tobillo es muy común en personas activas, deportistas o quienes caminan con frecuencia. Puede aparecer tras un esguince, un mal apoyo, una caída o simplemente por sobrecarga muscular o articular.
El tobillo es una articulación que soporta todo el peso corporal. Cuando existe inestabilidad, falta de movilidad o desequilibrio muscular, es habitual que aparezca dolor, rigidez o sensación de inseguridad al caminar.
En Clínica Bailío evaluamos si el origen del dolor proviene de un esguince mal curado, una tendinitis, un bloqueo articular o una alteración en la pisada que sobrecarga la zona.
En consulta encontramos habitualmente estas causas:
Hay señales que requieren atención profesional:
Estos signos pueden indicar esguince moderado o severo, tendinopatía o bloqueo articular.
El tratamiento se adapta al origen del dolor y su evolución:
El objetivo es recuperar estabilidad, eliminar el dolor y devolver plena funcionalidad a la articulación.
Sí, cuando no se rehabilita bien, queda inestabilidad y debilidad que provoca dolor recurrente.
Ayuda muchísimo. Reduce inflamación, acelera la recuperación y mejora la movilidad.
Depende del origen. En muchos casos es mejor movilizar y tratar que mantener reposo absoluto.
Sí. Un desequilibrio en la pierna puede generar compensaciones que afectan al tobillo.