Un punto gatillo es una zona de nuestro cuerpo altamente irritable que se localiza en una banda tensa de un músculo esquelético. Adquieren la forma de una canica y, aunque algunos son pequeños y otros más grandes, todos tienen algo en común: provocan un intenso dolor al tacto. Ese dolor puede llegar a ser referido, es decir, que presionando una zona el dolor puede aparecer en otra, lo cual suele generar bastante desconcierto entre los pacientes que sufren este problema.
Síntomas
Al margen del dolor que ya hemos mencionado, los puntos gatillo (en inglés ‘trigger points’) generan hipersensibilidad (a veces basta con rozarlos para ver las estrellas), pérdida de fuerza y movilidad, sudoración excesiva y cansancio. Pueden aparecer en cualquier zona de nuestro cuerpo, aunque lo más habitual es que se surjan alrededor de la columna vertebral.
Causas
Los puntos gatillos pueden manifestarse por diversas razones. Una de ellas es la mala higiene postural, ya que un músculo que está permanentemente contraído o en una posición antinatural tiende a presentar este problema. De igual modo, otras dolencias como la cefalea o el bruxismo (tener las mandíbulas en permanente tensión) aumentan las probabilidades de padecer un punto gatillo. Y todo ello sin olvidar el estrés, que es el mayor desencadenante de dolencias en nuestro cuerpo.
Tratamientos
Los fármacos analgésicos o antiinflamatorios no acaban con los dolores miofasciales. Como mucho pueden aliviarlos temporalmente, pero el problema seguirá estando ahí si no se trata de manera adecuada. Una forma sencilla de tratarlos es colocar una pequeña pelota de goma sobre el punto gatillo y apoyarnos sobre el suelo (tumbados) o la pared (de pie). Una vez en esa posición, deberemos hacer suaves movimientos circulares que inevitablemente provocarán dolor, aunque favorecerán el riego sanguíneo.
Punción seca
No obstante, la forma más efectiva de curar los puntos gatillos es la punción seca. Esta técnica debe ser utilizada exclusivamente por un fisioterapeuta formado en esta materia y consiste en introducir una aguja muy similar a las de la acupuntura en la zona afectada. Se llama ‘seca’ porque la aguja no contiene ningún tipo de líquido ni medicamento. Sin embargo, el mero hecho de pinchar la zona en el sitio exacto tiene efectos muy positivos. No vamos a engañar a nadie: la punción seca duele, pero es soportable, dura pocos segundos y lo que es más importante, funciona.