La lumbalgia es la dolencia que más bajas laborales provoca en España (aproximadamente un 11{5ec260d4dfdec9d885b4f4a948b8868b285194a6e2ffd996c488fffa987eb6ab} del total), con una duración media de 17 días. Estos datos ponen de manifiesto dos cosas: que es una lesión muy frecuente y también lo suficientemente molesta como para alterar nuestra vida diaria. Afortunadamente, muchas desaparecen con reposo y antiinflamatorios, pero otras vuelven a aparecer con el tiempo y se convierten en crónicas. Y es ahí donde la osteopatía se vuelve especialmente necesaria.
La teoría
Si anda un poco despistado, le diremos que la osteopatía es un conjunto de técnicas manuales que sirven para tratar distintas lesiones. Al contrario que otros procedimientos invasivos, la osteopatía se basa en la teoría de que el cuerpo es una sola unidad y no una suma de órganos, de ahí que pueda recuperarse por sí mismo siempre que se logre un equilibrio orgánico. Y para hallar ese equilibrio no hay nadie mejor que un fisioterapeuta con formación en osteopatía.
La práctica
Una vez que se ha hecho un estudio músculo-esquelético del paciente, la osteopatía se pone en práctica con unos masajes precisos y médicamente probados. De hecho, los últimos estudios aseguran que, a la hora de tratar una lumbalgia, son más efectivos que los propios antinflamatorios. Y lo que es mejor aún: no tienen efectos secundarios.
Asesoramiento
Al margen del tratamiento en sí, un profesional de la osteopatía puede ayudar al paciente a prevenir una recaída, ya que conoce en profundidad las causas que la provocan. Entre ellas figuran los sobreesfuerzos físicos, los malos hábitos posturales, el sedentarismo y también, por qué no decirlo, el desconocimiento, ya que si no sabemos qué es lo que nos hace daño, difícilmente podremos combatirlo.