Tendemos a creer que un fisioterapeuta sólo es necesario cuando estamos lesionados, pero ése es un error de manual. De hecho, la fisioterapia es incluso más efectiva previniendo lesiones que tratándolas. Y ya lo dice el refrán: más vale prevenir que curar. En este sentido, cuando un fisioterapeuta nos examina y recaba toda la información necesaria sobre nuestra condición física, puede asesorarnos de manera precisa y efectiva. En otras palabras, puede decirnos lo que estamos haciendo mal, lo que estamos haciendo bien y lo que no estamos haciendo y sí deberíamos hacer. Esos consejos, en muchas ocasiones, son más valiosos que los propios tratamientos.
Fisioterapia para deportistas
Quien practica deporte con regularidad y tiene carácter competitivo sabe perfectamente que la figura de un fisioterapeuta es indispensable para mejorar el rendimiento, evitar sobrecargas musculares y potenciar las zonas más débiles o frágiles. Además, con un seguimiento periódico se pueden establecer programas de ejercicios para alcanzar las metas deseadas en unos plazos determinados. Obviamente, siempre anteponiendo la salud a los resultados deportivos, algo que no todo el mundo tiene presente.
Fisioterapia para trabajadores
Independientemente del tipo de trabajo que realice, cualquier persona puede sufrir una lesión en el ámbito laboral. Donde más podemos influir a nivel de previsión es en la postura, ya que la mayoría de las dolencias laborales tienen su origen en este motivo. Es por ello que un fisioterapeuta puede hacer un estudio de la postura recomendable para cada empleado y, a partir de ahí, corregir los malos hábitos y concienciar sobre la importancia de seguir las pautas adecuadas. Puede parecer pura palabrería, pero lo cierto es que una mala postura que se repite durante ocho horas diarias puede provocar no una, sino muchas lesiones.
Fisioterapia en el embarazo
La fisioterapia también puede resultar muy útil a la hora de preparar un parto y las semanas posteriores al mismo, cuando el cuerpo de la mujer sufre una gran transformación y necesita recuperar su suelo pélvico. Asimismo, el método Pilates resulta muy beneficioso tanto durante el embarazo como después de haber dado a luz, ya que el bebé puede convertirse en nuestro acompañante ideal durante las clases.