Un esguince de tobillo es una lesión que se produce cuando te doblas, tuerces o giras el tobillo de una forma extraña. Esto puede estirar o desgarrar ligamentos que ayudan a mantener los huesos del tobillo unidos.
Los ligamentos ayudan a estabilizar las articulaciones evitando el movimiento excesivo. El esguince de tobillo se produce cuando se fuerzan los ligamentos más allá de su amplitud normal de movimiento. Es mas común el esguince de los ligamentos externos que internos.
«El tratamiento del esguince de tobillo depende de la gravedad de la lesión. La fisioterapia es una buena herramienta para mejorar los síntomas de manera eficaz y eficiente»
Los signos y síntomas de un esguince de tobillo varían según la gravedad de la lesión. Algunos de ellos son:
Cuando fuerzas el tobillo fuera de su posición normal se produce un esguince, lo que puede provocar que uno o más de los ligamentos del tobillo se estiren o se desgarren en forma total o parcial.
Las causas de un esguince de tobillo pueden comprender:
Algunos factores que aumentan el riesgo de un esguince de tobillo son:
El tratamiento comienza con la colocación de hielo en las primeras 24H, intentando evitar la inflamación, evitando de esta forma que aumente el daño, lo primero que vamos a buscar es disminuir el dolor, inflamación e intentar que se reabsorba el edema causado.
Una vez conseguido todo esto y dependiendo del grado de esguince que hayamos sufrido, lo siguiente consistirá en ir ganando movilidad, disminuyendo el dolor . Una vez conseguido que el movimiento se consiga sin dolor, lo siguiente es ganar fuerza en toda la articulación, con diferentes ejercicios. Evitando en el futuro poder sufrir esguinces con facilidad.
No tratar adecuadamente un esguince de tobillo, realizar actividades demasiado pronto después del esguince de tobillo o sufrir esguinces de tobillo reiterados puede traer las siguientes complicaciones:
Te dejamos este articulo que puede ser de tu interés para saber más de un esguince de tobillo mal curado. Para verlo pincha aquí.
Si sufres un esguince de tobillo de cierta consideración, no lo subestimes y ponte en manos de un fisioterapeuta. Evitarás dolores, frustraciones y posibles recaídas. Y a la larga lo agradecerás.
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