Es beneficioso tanto desde el punto de vista de la salud como de la estética mantener una buena postura corporal. Evitaremos problemas musculares y de columna, además de una buena oxigenación de nuestro cuerpo y daremos una apariencia más esbelta.
Ésta depende de diversos factores como los rasgos individuales de la personalidad, aspectos fisiológicos, biomecánicos y de educación. Puede aprenderse y modificarse mediante la actividad física, la cual es indicadora de salud y determina aspectos tan importantes como la posición de nuestros órganos.
No tener una buena higiene postural, por ejemplo, con el cuerpo inclinado hacia delante o exageradamente derecho, dificulta la respiración y puede desencadenar problemas como lumbago, escoliosis y lordosis; también comprimir los órganos de la digestión y provocar molestias digestivas.
En nuestro ambiente de trabajo o frente al ordenador, una mala postura puede significar una disminución de la atención y por tanto, menos productividad. Al contrario, una postura adecuada previene enfermedades.
Una postura correcta se define como la alineación simétrica y proporcional de los segmentos corporales alrededor del eje de la gravedad. La postura ideal de una persona es la que no exagera ni borra las curvas fisiológicas de la columna, sino que las mantiene.
Se logra manteniendo la cabeza erguida en posición de equilibrio, sin torcer el tronco, manteniendo la pelvis en posición neutral y las extremidades inferiores alineadas de forma que el peso del cuerpo se reparta adecuadamente.
Aquí os dejamos algunos consejos para conseguir una buena higiene postural:
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Post por: Azahara Muñoz Muñoz