Mi trayectoria como fisioterapeuta comenzó en Madrid al graduarme en la Universidad de Nebrija que me brindó la posibilidad de trabajar en prácticas con las mejores clínicas, hospitales y asociaciones deportivas de la ciudad.
Posteriormente volví a Córdoba, mi ciudad natal, donde Rocío me dio la posibilidad de colaborar en el motivador proyecto de Clínica Bailío. Desde entonces me he desarrollado profesionalmente en ella, combinando mi trabajo con formación de postgrado como Suelo pélvico, pilates, maternidad y fisioterapia uroginecológica principalmente.