Los vendajes existen prácticamente desde siempre. Ya en la prehistoria el ser humano hacía uso de ellos para contener hemorragias y taponar heridas rudimentariamente. Y aunque no lo creas, los vendajes han evolucionado muchísimo desde entonces y van más allá de cubrir una zona dañada con una tira larga. De hecho, ya no sólo sirven para curar lesiones, sino también para prevenirlas, mejorar el rendimiento, etcétera.